Hasta ayer todo apuntaba a que hoy compartiría una historia que viví esta semana protagonizada por unas personas privilegiadas que, en un momento determinado, han hecho gala de una buena dosis de arrogancia, culminada por un cinismo descarado. Pero, ¿quién quiere cerrar una semana hablando de miserias humanas? Yo, desde luego, NO.
¿Miserias o belleza?
¿Miserias o belleza?
¿Miserias o belleza?
Hasta ayer todo apuntaba a que hoy compartiría una historia que viví esta semana protagonizada por unas personas privilegiadas que, en un momento determinado, han hecho gala de una buena dosis de arrogancia, culminada por un cinismo descarado. Pero, ¿quién quiere cerrar una semana hablando de miserias humanas? Yo, desde luego, NO.