Dinero para repartir
Yo nunca hice lo debido, no te vi’a mentir
Ahora está con otro pollo, pero ella e' de mí
¿Quién no quiere tener dinero para repartir?
Vo'a construir una leyenda y luego vo'a morir
Lo hice todo por Madrid, puta, por Madrid
Do' botella' pa' la ganga, do' má' para mí
Nunca te dije que te quiero, qué tonto fui
¿Quien no quie' tener dinero para repartir?
—C. Tangana
El verso que encabeza esta postal es un fragmento de la letra del tema Para repartir de C. Tangana. Esa canción encierra mucho de lo que luego ha sido El Madrileño. De alguna manera, es la continuación del germen que había empezado con Un veneno: la búsqueda del sonido de las músicas tradicionales, el vídeo de Santos y la aparición de Little Spain.
Quiero que te fijes en una de las líneas: ¿Quién no quiere tener dinero para repartir?
Piénsalo un momento.
Da igual desde el punto de vista desde el que lo mires, yo sí quiero tener dinero para repartir. Por mil motivos: ayudar a quién lo necesita, arrancar proyectos que no persigan generar beneficios, poder trabajar con las personas que quiero trabajar, evitar las tareas a las que no quiero dedicar el tiempo…
Quizás esas son algunas de las verdaderas razones que dan sentido a perseguir la acumulación de dinero. En la canción de Pucho, quizás sonaba a fanfarronería de rapero, pero no, creo que es una sólida base para una filosofía de vida.
En su caso, no es un recurso estético para dotar de contenido a la letra, tanto Pucho como su tribu practican lo de colaborar y repartir. Así me lo contó María Estrada en Diseño y todo lo demás.
En tiempos de incertidumbre y confrontación social, lo fácil es pensar que solos vamos a funcionar mejor. Seremos más prósperos y libres sin depender de otros. He escuchado demasiado últimamente que el emprendimiento es mejor cuando es micro emprendimiento. No lo comparto. Quizás puedas salir adelante con un negocio en solitario, pero las grandes conquistas requieren de un esfuerzo compartido. Sean éstas en el ámbito de los negocios o en cualquier otra actividad humana.
A.
Fotografía: Little Spain