Dicotomías
¿Ensayo o novela? Los primeros siempre han capturado más mi atención. Incluso cuando me retrotraigo a mi infancia, guardo un especial recuerdo de los libros que me ayudaron a entender el mundo, a descubrir cómo funcionan las cosas o a mostrar los secretos de las civilizaciones antiguas. Al lado de mi cama acumulo los títulos que tengo pendientes de lectura, en este momento son 7, de los cuales he empezado 4. No me suele pasar esto con las novelas, pues tiendo a leerlas sin pausa y con ensimismamiento. Esta semana he incorporado dos títulos a esa lista, los dos son ficción. Me apetecía oxigenarme, leer sin sentir la presión de la adquisición de conocimiento (que por otra parte, nunca es tal, aunque esto daría para otra postal).
Con el sistema ferroviario me sucede como con las palabras, desde un punto de vista sistémico está muy estructurado, incluso es un poco rígido y limitado, especialmente si lo comparamos con la libertad de la navegación aérea o marítima, donde no hay caminos trazados sobre el medio. Aunque en realidad, ofrece innumerables opciones y su eficiencia como transporte es extrema. Como el tren que te lleva a trabajar a las afueras de Madrid o el que te lleva hasta París, en un viaje con vistas al mar Mediterráneo, o el que te lleva a recorrer Europa por primera vez, aquí están estas palabras, estructurando los pensamientos o quizás no tanto. Yo me vuelvo a mis lecturas ante otra dicotomía: ¿crear o consumir?